A lo largo de la historia, los humanos han estado sometidos a múltiples traumas. En sus comienzos las agresiones provenientes del medio natural en que se desarrollaron las civilizaciones como las agresiones de los animales salvajes, lesiones accidentales durante actividades productivas como la caza, así como por desastres naturales. Dada la competencia como especie aparecen las agresiones por la conquista del alimento o del espacio vital, primero entre representantes y luego entre grupos o tribus. Así las herramientas empleadas para la caza y demás labores productivas se fueron transformando con fines bélicos. Este desarrollo dialéctico acompañante de las revoluciones científico técnicas, condujo a las consecutivas modificaciones que sufrieron la madera y la piedra adoptando diferentes formas y usos, destacándose el hacha de silex, garrotes, cuchillos, lanzas. El arco y la flecha fue un gran paso de avance, aumentando el poder de alcance para ocasionar lesiones y de esta forma poner a resguardo al arquero.