El progreso experimentado durante los últimos decenios en el diagnóstico y tratamiento del infarto miocárdico agudo (IMA) resulta verdaderamente notable.1,2,3 No obstante esta entidad nosológica continúa siendo un importante problema de salud pública a escala global.4,5 Sólo en los Estados Unidos la incidencia anual asciende a unos 865.000 casos, estimándose en el mismo período otros 175.000 ataques silentes no registrados estadísticamente.6 En el 2008 los costos directos e indirectos en ese país por esta patología ascendieron a la astronómica cifra de unos $141.100 millones. A pesar de la escasa morbilidad del infarto miocárdico en las edades inferiores a 45 años, con sólo entre el 2% y el 6% del total de infartos,4,7,8 así como de su muy baja mortalidad si se compara con los varones mayores de 45 y la mujeres por encima de los 65 años, en quiénes se sitúa como primera causa de muerte,5,7 algunos estudios epidemiológicos coinciden en señalar un preocupante incremento de la incidencia de accidentes coronarios en los sujetos menores de 45 años.
Date Record Checked: 2019-02-04 13:56:45