Introducción: Una familia saludable y unida brinda un soporte emocional que
impacta positivamente en la salud mental y el bienestar individual, además transmite
conocimientos, creencias y habilidades relacionadas con la salud que marcan el
desarrollo de sus integrantes.
Objetivo:
Proponer
acciones
para
el
diagnóstico
e
intervención
familiar
a nivel del equipo básico de salud.
Método: Se realizó un estudio de desarrollo a través de un diseño analítico
transversal, en el policlínico: ¨Alex Urquiola Marrero¨ de enero 2023 a diciembre
2025. El universo estuvo constituído por 356 familias dispensarizadas en el
consultorio número nueve del referido policlínico, en el período definido. La muestra
se seleccionó, a través de un muestreo aleatorio simple y quedó constituída por 34
familias.
Resultados: El 32,35 % de las familias se encontró en etapa de contracción, el
41,18 % fueron familias pequeñas, mientras que el 47,06 % fueron bigeneracionales,
el 50 % extensas y en el 47,06 % se constató un status socioeconómico regular. El
APGAR moderadamente disfuncional en el 41,18 % y el 38,24 % resultaron
moderadamente funcionales según el FF-SIL.
Conclusiones: La presencia familiar de personas en edades extremas, el
predominio de escolaridad secundaria o inferior, así como de pacientes de riesgo o
enfermos, familias en etapas de contracción o disolución, familias grandes, con dos
generaciones
y
de
bajo
estatus
económico
mostraron
influencia
en
la
disfuncionabilidad familiar. Se propone un procedimiento para el diagnóstico e
intervención en la salud familiar desde el equipo básico de salud, que contempla
cuatro componentes y catorce acciones.
Palabras clave: salud familiar, funcionamiento familiar, diagnóstico, intervención.