La cardiopatía isquémica (CI) es el conjunto de enfermedades en las que se genera una alteración del miocardio debido a un desequilibrio entre el aporte de oxígeno y la demanda
del mismo, en detrimento de aquel. Es una causa mayor de morbimortalidad en países desarrollados. Pese a la disminución de la mortalidad de la enfermedad en las cuatro últimas décadas, la CI sigue siendo responsable de más de un tercio de las muertes en diabéticos por encima de los 35 años de edad a nivel mundial, y si a esta variable se suma
una afección isquémica aguda, el por ciento de probabilidad de defunción seria casi el triple de lo representado estadisticamente 1-8 .
La aterosclerosis (principal causante de la cardiopatía isquémica, descompensado de enfermedades metabólicas como la diabetes, y principal detonante de afecciones
vasculares isquémicas cerebrales), es una enfermedad sistémica que afecta a la íntima,media y adventicia de las arterias de grueso y mediano calibre de todo el organismo, y que
da lugar a manifestaciones clínicas en diversos territorios vasculares (arterias coronarias,carótidas, aorta y arterias periféricas); mientras que si se añade a ello las fuerzas de estrés sobre la pared vascular, la hipertensión, el tabaquismo, las infecciones, y otros procesos
que generan una respuesta inflamatoria en un paciente diabético, la probabilidad de aparición de la cardiopatía isquémica sobrepasa hoy en día el 23% de las afecciones
cerebrovasculares agudas, según reportes europeos. Este proceso genera la lesión básica que es la placa de ateroma compuesta fundamentalmente de lípidos, tejido fibroso y células
inflamatorias